miércoles

Líderes Anhedónicos. Primera Parte.

Estaba sentado en su escritorio. Sus ojos hundidos en profundas sombras, espesas ojeras sepultaba el brillo de su mirada. Sus cabellos era una madeja de hilos sin ordenar y sus barbillas con los rastros evidentes de la apatía por afeitar. Pastor de una iglesia en crecimiento y con una carrera desenfrenada de eventos, construcciones, reuniones interminables y un rosario permanente de llamada...Seguir leyendo

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